15 octubre 2010

HAPPILY EVER AFTER... o le devolvemos su dinero.

 Los amores y desamores que marcaron mi vida, me llevaron a dudar de la esencia que une a las personas en pareja. Los reproches, los celos, las mentiras y el desencanto demostraron que casi siempre hay un muerto en el placard. Como prueba basta remitirme a mis antepasados, que colgaban de sus perchas más amantes que camisas. Mi padre, sin ir más lejos, tiene el record mundial de equilibrio en cornisas sin ropa. Eso sí, siempre con elegancia. Con la misma elegancia con la que escupimos la comida cada vez que recuerda sus días en Mauritania, cuando compró dos esposas por la módica suma de una vaca.

Con estos antecedentes en cuestiones de amor considero dos hipótesis: no existe uno que dure por siempre, o, a los seres humanos nadie nos conforma. No digo que sea imposible el “vivieron felices y comieron perdices”, sino que es difícil conseguir perdices en el mercado. Con esto del príncipe azul que nos metieron en la cabeza, a las mujeres no hay pito que nos venga bien. Los hombres, por su parte, persiguen incansables el rastro fantasmático del tesoro del culo Playboy. Al final todos estamos en la misma: prueba y descarte, prueba y descarte.

Buscamos el amor como si revolviéramos el canasto de saldos, con la ilusión de encontrar uno de calidad que nos quede pintado. Queremos comprar, queremos amor, y lo queremos ya. El tema es que hay muchos otros en la misma situación, que revuelven, prueban y desechan. Para ellos, la oferta somos nosotros. El desafío que debemos afrontar es saber comprar y ser la oferta más tentadora, todo al mismo tiempo. La cosa no es fácil, requiere tiempo y dedicación. Hay que estar informado para saber dónde buscar cada día y conocer qué es lo que lo el público quiere.

La oferta y la demanda crecieron tanto a nivel mundial que el mercado se fue diversificando para seducir a todos los segmentos. Hay un roto para cada descosido. Pasen y vean. Si no queda conforme le devolvemos su dinero. Y si aún no se ha decidido por ninguno, visite nuestra página de internet. 

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejor que la devolución del dinero, ¿no tendrás garantía extendida?

Mariana Cabrera dijo...

Noooo... La garantía no excede los tres meses. Año 2010: desechable, todo desechable.