10 abril 2011

Clase en estudio de Lenguaje fotográfico - UCES

Michael Snow, Authorization, 1969
Queridísim@s alumn@s de la comisión de los miércoles a las 19 horas, el gran día ha llegado. Nuestro excelentísimo Profesor Pablo Klappenbach y quien les habla, Mariana Cabrera su humilde asistente, hemos concretado las gestiones para ofrecerles una clase práctica de fotografía en estudio, el miércoles 13 de abril en el horario habitual. En el post completo les damos todas las indicaciones para esta ocasión.

29 marzo 2011

De recuerdos y homajes: Querido Toto


Mi corazón alberga un recuerdo para cada una de las palabras que dibujan la imagen de Toto en la canción Nosotros egoístas, que Flavio le dedicó el día que se fue. Hoy pareciera que los momentos compartidos compitieran entre sí para no caer en el olvido. Alborotados, rescato el primero que asoma:

El sol sabatino de Palermo cae de lleno sobre nuestras cabezas. Nuestros hijos conversan animados sobre los nuevos estrenos de cine y, mientras esperamos la comida, miro sus manos jugar sobre la mesa, liberando una nota diferente en cada golpeteo. Evocar esos sonidos me conmueve. Entonces mi pecho se ensancha con orgullo para dar rienda libre a esa música que lo hace bailar. Mi memoria permanece intacta: el As del ritmo siempre estará.

26 diciembre 2010

Campaña por la ilusión: ¡YO SÍ CREO EN PAPÁ NOEL!

Si, como yo, creés que lo que nos falta es la ilusión, compartí esta imagen y chillá: "Yo sí creo en Papá Noel!"

20 diciembre 2010

Todos los puntos del cuestionario… o, Cuestión de elegir el punto


Completé todos los campos. No dejé ni uno sin responder; así que esta vez se me da seguro. Incluso aclaré que prefería que fuera profesional de la salud, voleibolista, de tauro con ascendente en piscis, que le gustara caminar bajo la lluvia con alguien como yo, tomado de la mano.

Sí, sí… esta vez no falla. Evalué cada opción como si estuviera jugando la final del “Imbatible”. No es para menos, la adrenalina era la misma que la de alguien que está compitiendo por el millón de pesos y sabe que puede granarlos. Estoy en carrera y tengo posibilidades… Un cosquilleo en mi interior me dice que sí.

Lo mejor es que prepare una taza grande de café, me tome dos “cafias”, y ponga manos a la obra. Porque las primeras horas, después de haberse registrado en un sitio de citas, son cruciales. Basta moverse un poquito, tratando de descubrir las aplicaciones de la nueva página, para quedar rodeada por una manada de fieras famélicas que llegaron atraídos por el olor a carne fresca. Apenas pasaron diecisiete minutos desde mi registro, y mi monitor encandila con luces de advertencia. Tengo 15 mensajes en la bandeja de entrada. No, dieciséis. Diecisiete… Las ventanas del mensajero instantáneo titilan a los gritos. Corazoncitos por acá, besos por allá. ¡Uf! A mi juego me llamaron. Me entrené durante 15 años en la oficina, asistiendo a tres jefes a la vez, para este momento. Puedo chatear con todos, mirar sus perfiles y hacerme la linda al mismo tiempo. Café amargo para tomar impulso y… Preparada. Lista. ¡Yaaa!

02 diciembre 2010

La culpa no es del chancho... o, "Amado, hagamos la revolución del chancho"

La culpa no es de Adriana Amado. Intelectual, analista de medios, escritora y, por alguna razón que hasta ella misma desconoce, referente destacado en cuestiones de género.  En el ámbito de la comunicación es una persona de gran prestigio; su estilo de escritura, hijo de la academia y el humor gris, es requerido por los principales diarios y revistas del país. Sus notas y libros son palabra santa; así de grosa es. Pero resulta que hace unos días, Hipercrítico.com publicó Sentido común para mujeres argentinas, en donde reflexiona y critica la naturalidad con la que las mujeres relegan su lugar a partir de la aceptación del tratamiento que reciben en los diferentes ámbitos discursivos de la sociedad, ya desde la infancia.
Muchas veces Adriana escribe sobre las mujeres, desde un punto de vista analítico y descriptivo. El humor es su sello, hasta en los libros académicos. Pero esta vez, su ironía y doble sentido parecían más severos que pícaros. Los comentarios llovieron al instante, y como cada uno apuntaba hacia su lado, la hostilidad se filtró entre los cibernautas. Hombres y mujeres enfrentados, y no justamente para darse un beso.