24 octubre 2010

Un amigo para cada ocasión… o, Una ocasión para cada necesidad

 Roberto Carlos al lado mío es un poroto. No sé bien cuántos son, pero el millón lo pasé hace rato. Tengo un amigo para cada ocasión y varias ocasiones para satisfacer cualquier necesidad. ¡Qué grande internet! Desde que los paradigmas sociales se dirimen entre developers y webmasters, la vida 2.0 personaliza hasta lo impersonalizable. El mundo entero vive en mi computadora, y yo vivo… desdoblada.


Es que no siempre, ni en todos lados, yo soy yo. Tengo tantos perfiles que a veces olvido quién soy. Parezco Simón Templa, uso una identidad diferente para cada sitio: puntocom, puntoorg, puntonet y puntoloqueseteocurra. Antes de salir de salir de la cama no sé qué voy a hacer a lo largo del día, pero sé qué disfraz voy a usar. Enciendo la computadora cuando mi pie derecho todavía no alcanzó a tocar el suelo. A ver… ¿quién está conectado, recibí mails, quién subió fotos nuevas, alguien comentó mis posts, me habrán enviado una invitación? Todas las respuestas están ahí. Finalmente, el sueño de ser mosca y estar en todas partes se hizo realidad, pero mis alitas no dan abasto.

Todo pasa tan rápido en la bendita World Wide Web, que la visión de 360° de las moscas no alcanza. La vida de una no se limita al chisme mundial, también hay que trabajar y, si se puede, conseguir novio. ¡Menos mal que tengo la netbook en la cartera y mi blackberry en el bolsillo! No es fácil llegar a tiempo a misa y encabezar la procesión, con doce centímetros de taco.

¡Ay de mí, si no existieran las redes sociales! No me quedaría otra que anotarme en el gimnasio. Y ahí, seguro no hubiera conocido al amor de mi vida. K-risma38, un bombón. Todavía no nos vimos en persona, pero por chat es lo más. Tan tierno… en la foto de perfil tiene un osito cariñoso. Dice que me ama, que cuando junte dinero va a venir a conocerme. Mientras lo espero, me uní a un sitio que encontré el otro día: partusaporcam.com. Anonimato y respeto ante todo: las caras no las mostramos.

¡…!

7 comentarios:

Unknown dijo...

Las redes sociales dan para todo...
En lo personal, me sirvieron para conocer muchas personas, de las cuales MUY POCAS valieron la pena, pero me encargué de que esas pocas se queden cerca, ya que el porcentaje en cuestión es mínimo...
Por eso, cada encuentro tiene sabor a celebración!!! Y está bien. Que así sea.

Unknown dijo...
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Mariana Cabrera dijo...

Cada red social es un universo en sí misma. Actualmente participo de unas cuantas, y de algunas pude conectarme con gente bárbara. Hay otras en las que prefiero no vincularme. Me sirven sólo como objeto de estudio.
Gracias por compartir, Die!!

Anónimo dijo...

muy bueno

Eduardo dijo...

Lo bueno de las relaciones 2.0 es qeu cada uno puede ser quien quiera y usar cualquier disfraz o máscara, refleja algo que nosotros mismos no nos atrevemos a revelar cuando nos vestimos en el día a día. Liberarnos de nuestra identidad establecida y ser "otra persona" para dar riendas sueltas a la libre manifestación de nuestro cuerpo y del espíritu.
Este disfraz permite sacar temporalmente la máscara que siempre llevamos. La sociedad impone ciertos roles que a veces enmascaran nuestro verdadero ser. Esto quiere decir que una parte de nosotros mismos esta "enmascarada" y cuando nos disfrazamos, nos permitimos ser como en realidad quisiéramos y después nos volvemos a colocar la máscara de nuestra "personalidad socializada

Mariana Cabrera dijo...

De eso mismo se trata, Edu. Mi gran pregunta en acrca de los efectos que esto puede tener en el sujeto (hablo de la subetividad desde el punto de vista del psicoanálisis).
Sumate a la familia Calavera, tu aporte es muy importante,y sería genial tenerte como miembro.
Besote
Marian

Anónimo dijo...
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